Tanto si en tu familia sólo existe una criatura como si hay más de una, plantear las vacaciones en familia es un auténtico reto, cuando hay adolescentes. Antes de hacerlo, es necesario ser consciente de las preferencias y necesidades de los adolescentes, y adaptar el plan de viaje en consecuencia. También hay que considerar si estas preferencias pueden equilibrarse con las necesidades de niños más pequeños, si las tiene, y adecuarse al momento familiar que está experimentando.
Consejos a la hora de plantear un viaje familiar con adolescentes:
- Empiece hablando con ellas y ellos, escuche sus opiniones e ideas. Recuerde que es una etapa en la que la negación suele hacer acto de presencia, como fórmula para reafirmar su identidad. Involucúralos en la toma de decisiones y permítales expresar sus deseos: esto no significa que siempre se podrán satisfacer, pero no sentirán que imponga su opinión.
- Una vez haya llegado a un consenso, establezca expectativas claras en cuanto al comportamiento durante el viaje, y reglas básicas, como por ejemplo: horarios de descanso, límite en el uso de dispositivos electrónicos, o la importancia de respetar la resto de miembros de la familia.
- Como no siempre conseguirá seducirlos con su plan, negocie qué cosas sí que serán posibles durante el viaje: contar con el acompañamiento de un amigo o amiga, poder visitar determinados lugares, tener tiempo para relacionarse con otros adolescentes del sitio que visita, etc.
Otro factor a tener en cuenta es la necesidad de la mayoría de adolescentes de dormir hasta tarde. Su ritmo circadiano (una especie de reloj biológico interno) experimenta un reajuste temporal que hace que a menudo se duerman más tarde y que, por tanto, se levanten también más tarde. Dado que durante la época escolar deben mantener un ritmo intenso de estudios y actividades, cuenta con la posibilidad de buscar un viaje en el que puedan satisfacer también esta necesidad de descansar. Si planteas visitar una ciudad, por ejemplo, pueden surgir conflictos, ya que los ritmos de sueño de los distintos miembros de la familia generarán conflictos a la hora de organizar salidas y visitas.
Por otra parte, aunque durante la adolescencia todo suele dar pereza, los beneficios de realizar actividad física son clarísimos. Considera una propuesta que combine su necesario descanso, con estímulos divertidos que permitan que tu hijo o hija se mueva y haga vida saludable.
Y, por último, ten en cuenta la necesidad de socialización: si las vacaciones en familia contemplan la posibilidad de interactuar con otros adolescentes, es más probable que la experiencia sea positiva para toda la familia.
Si estás buscando un destino que combine descanso, ocio y tiempo para todos los miembros de la familia, te proponemos una visita al Hotel El Jou Nature donde, además de actividades dirigidas para los más pequeños, encontrarás propuestas de aventura y ocio para los mayores de la casa: bici voladoras, roadbook, zumba, tirolinas encadenadas… La aventura de hacerse mayor puede resultar muy enriquecedora en un entorno donde combinar el descanso, el contacto con la naturaleza, la realización de actividades de aventura y el tiempo de calidad en familia. ¡Os esperamos!