Y lo cierto es que cuando tenemos niños y adolescentes en la familia, pensar en las vacaciones puede llegar a resultar algo estresante. Tener que pensar en llenar tantas y tantas horas, durante tantos días seguidos, puede convertirse en todo un reto. ¿Qué comeremos? ¿Dónde iremos? ¿Qué haremos? ¿Con quién quedaremos? ¿Y mañana? ¿Y pasado? ¿Y el otro?
Para que no vivas este momento como una serie de dolores de cabeza a los que hay que dar respuesta día tras día, ni llegues al final de las vacaciones deseando que éstas acaben, te proponemos una serie de “tipos” que esperamos que te sean de utilidad .
Lo primero y cómo diría el famoso Bruce Lee: “be water, my friend”. Es decir, fluye, adáptate a la realidad y no intentes resistirte. Esto puede parecer poco importante, pero es una de las claves para tener unos días en paz y armonía. Debemos pensar que no todo debe estar 100% planificado ni tiene porqué salir exactamente como nos habíamos imaginado, pero no por eso significa que sea peor lo que vivimos.
Estar dispuestos a aceptar los cambios, escuchar las ideas de los demás miembros de la familia y ponerlas en valor, puede hacer crecer nuestros planes y sobre todo nuestra relación, tanto con nosotros mismos que podemos aprender a relativizar y aumentar nuestras dosis de paciencia; como con los demás. Cuando uno se siente escuchado y valorado, las distancias se acortan y el amor, como el agua, fluye.
Otro consejo que seguro que te servirá es: muévete. Si puedes, ve fuera de tu entorno habitual, huye de la ciudad y del cemento, de los parques que frecuenta cada día, y busca un “campo base” diferente donde poder moverte en el sentido más literal de la palabra . Anda, corre, nada, salta, baila,… Todas estas actividades que quizás en el día a día no podemos hacer, generan unas sustancias químicas que son las conocidas endorfinas. Las endorfinas interaccionan con los receptores del cerebro que reducen el estrés, la percepción del dolor y producen una agradable sensación de bienestar y felicidad.
Si integra en sus vacaciones el deporte y el juego como una más de las actividades familiares, seguro que mejorará el estado de ánimo general, a la vez que también nos ayudará a reforzar los vínculos con los nuestros. Tirolina, zumba, biodanza, kayak, paddle surf… ¡todo vale!
Pero tengamos en cuenta, como tercer consejo, que no hace falta que durante las vacaciones lo hagamos siempre todo juntos. Buscamos ratos para que cada uno pueda dedicarse a lo que más le guste y para desconectar de verdad y cargar pilas.
En nuestro hotel El Jou Nature podrá llevar a cabo todo tipo de propuestas, juntos o por separado. Contamos con un equipo de animadores y monitorización de mañana, tarde y noche y ludoteca infantil para cuando los pequeños y mayores quieran pasar un tiempo por separado, y le podremos recomendar visitas y atractivos turísticos cercanos al Hotel, que seguro que disfrutará en familia! La libertad es otro factor clave para disfrutar de las vacaciones, por eso podrá elegir en cada momento si desea unirse a las atractivas dinámicas que nuestro equipo ha preparado o si prefiere ir a su aire.
Con estos breves consejos, ¡pronosticamos unas vacaciones sobre ruedas y que seguro que más de uno querría alargar!
